En una entrevista reveladora con la revista Club del Deportista, el talentoso centrocampista Álex Baena ha abierto su corazón sobre los desafíos que ha enfrentado a lo largo de su carrera. Desde su llegada al Villarreal a los 11 años hasta su reciente cesión al Girona, Baena ha vivido una montaña rusa de emociones y experiencias que han moldeado su vida tanto dentro como fuera del campo.
El jugador español no ha rehuido hablar sobre el difícil momento que vivió tras un incidente con un compañero, que lo llevó a lidiar con una intensa presión mediática. "Lo pasamos muy mal tanto yo como mi familia. En ese momento no sabía gestionar nada porque nunca habíamos tenido esa presión mediática tanto en la prensa como cuando íbamos a jugar a los campos", confesó Baena, quien admitió que el apoyo de su familia y el trabajo con un psicólogo fueron cruciales para superar esos momentos oscuros.
Además, el futbolista reflexionó sobre los sacrificios que ha tenido que hacer para alcanzar sus sueños. "Es difícil irse a esa edad a vivir solo y alejarte de la familia. He perdido casi toda mi infancia y adolescencia con tantos viajes fuera de casa. Ves amigos que hacen cosas que tú no puedes hacer porque al día siguiente tienes partido", comentó Baena, dejando entrever el precio que ha pagado por su pasión por el fútbol.
Uno de los hitos más significativos en su carrera fue su cesión al Girona, un paso que llegó tras una conversación clave con su entrenador, Unai Emery. "Con Unai hablé mucho durante el año. Me dijo que tenía que esperar mi momento y tener paciencia, que todo llegaría. Cuando ganamos la Europa League, ya tenía ese presentimiento de que, al año siguiente, iba a tener muy pocos minutos. Hablé con él y nos dijo que lo mejor era salir para tener minutos, y la verdad que fue muy bien", recordó el mediocampista.
Baena también destacó la relación especial que formó con su compañero de equipo, Michel, durante su tiempo en el Girona. "No éramos de hablar mucho el uno con el otro, pero teníamos una relación especial. Nos entendíamos casi sin hablar. Ahora hablamos más que cuando estábamos juntos y la verdad que lo echo un poco de menos", añadió, mostrando su aprecio por los lazos formados en el deporte.
Con una carrera aún en desarrollo, Álex Baena sigue siendo un ejemplo de perseverancia y dedicación. Su historia es un recordatorio de que el camino hacia el éxito en el fútbol está lleno de sacrificios, pero también de recompensas. El futuro parece prometedor para este joven talento, que continúa luchando por su lugar en el mundo del deporte.