En una reciente aparición en el Charla Podcast, el icónico Ronaldo Nazário, conocido por su destreza en el campo y su carisma fuera de él, ha abierto las puertas de su memoria para recordar algunos de los episodios más impactantes de su trayectoria futbolística. Desde sus días en el Inter de Milán hasta su vida personal, el brasileño no ha escatimado en detalles.
El exdelantero, que ha dejado una huella imborrable en la historia del fútbol, confesó que su vida social era tan intensa como su carrera deportiva. "Siempre estuve presente en las fiestas más exclusivas. Entrenaba el lunes por la mañana, jugaba el sábado y luego me escapaba a París. Pasaba el domingo disfrutando y regresaba a Madrid justo a tiempo para entrenar. Lo hice más veces de las que puedo contar", reveló Ronaldo, quien no oculta su amor por la diversión.
Además, el astro brasileño destacó su habilidad para organizar eventos de alto nivel, afirmando: "Si no organizas una fiesta en la ciudad donde juegas, es como firmar tu sentencia de muerte social. Siempre he buscado hacer felices a los demás y asegurarme de que todos disfrutaran".
Sin embargo, no todo fue diversión en su carrera. Ronaldo también habló sobre el lado oscuro de ser un deportista de élite, especialmente sus batallas con las lesiones. Recuerda con angustia su primera grave lesión de rodilla: "Cuando me rompí la rodilla, sentí como si me hubieran lanzado una piedra. Caí al suelo y al tocar mi rodilla, supe que algo andaba mal. Fue un momento aterrador; lloré de miedo, pensando que mi carrera podría haber terminado en ese instante".
El exjugador también compartió una anécdota divertida sobre su tiempo en el Inter, donde un compañero, Vampeta, consumió una botella de vino de casi 10.000 euros que había guardado en su bodega. "Él se quedó en mi casa mientras yo estaba en Brasil y, a las pocas semanas, había abierto una botella especial de 1976 que había adquirido en un restaurante de París. Lo más gracioso es que lo hicieron en un vaso de plástico", recordó entre risas.
Ronaldo Nazário, con su carisma y sinceridad, continúa siendo una figura fascinante tanto dentro como fuera del campo. Su legado no solo se limita a los goles y los trofeos, sino también a las historias que ha acumulado a lo largo de su vida.