El FC Barcelona no encuentra la calma en medio de una tempestad financiera. Según informaciones recientes de la Cadena SER, el club catalán ha decidido detener su planificación para la próxima campaña debido a complicaciones en la inscripción de su nuevo fichaje, Dani Olmo. La auditoría realizada por Crowe Global, la nueva firma encargada de revisar las cuentas del club, no ha dado luz verde a la operación relacionada con la venta de 475 palcos VIP, que representa un 5% de los asientos del futuro Estadio Camp Nou.
Este revés se suma a la larga lista de problemas que enfrenta la directiva de Joan Laporta. La auditoría, que reemplazó a Gran Thornton y a Ernst and Young, ha rechazado contabilizar los ingresos derivados de esta transacción como parte de las cuentas del club para el año 2024. Esto se debe a que el dinero aún no ha sido recibido por el Barça, lo que complica su situación financiera en un momento crítico.
El club tenía como plazo el final de marzo para presentar la auditoría que respaldara esta operación ante La Liga, pero el rechazo de Crowe Global podría tener consecuencias devastadoras para el Barcelona, especialmente en lo que respecta al cumplimiento de las normativas de ‘fair play’ financiero. Esto podría llevar al club a incumplir nuevamente la regla 1:1, que permite gastar en fichajes solo la cantidad que se ingresa, ya sea por ventas de jugadores o reducción de salarios.
El futuro del Barça en la cuerda floja
Si esta situación persiste, el FC Barcelona podría enfrentar serias dificultades para realizar movimientos en el mercado de fichajes. En un intento por mitigar los daños, el club ha acelerado las negociaciones para renovaciones de contratos, aunque estas también están en riesgo de no concretarse.
El Barça logró inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor gracias a un apoyo temporal del Consejo General de Deportes (CSD), que depende del Gobierno español. Sin embargo, la prórroga de esta medida cautelar está en duda, ya que el 7 de abril se tomará una decisión crucial que podría dejar al club en una situación aún más precaria. La incertidumbre reina en el Camp Nou y los aficionados se preguntan qué pasará con su equipo en el futuro cercano.
La situación actual del FC Barcelona es un recordatorio de que, en el mundo del fútbol, las decisiones financieras pueden tener repercusiones inmediatas y duraderas. La afición espera que la directiva encuentre una solución antes de que sea demasiado tarde.