La victoria del Arsenal por 3-0 ante el Real Madrid en la ida de los cuartos de final de la UEFA Champions League ha encendido la llama de la esperanza en los corazones de los aficionados 'gunners'. Mikel Arteta, al frente del club londinense desde hace seis años, ha logrado transformar un equipo que parecía estancado en la mediocridad en un contendiente serio por los títulos. Sin embargo, el técnico vasco es consciente de que el camino hacia la gloria no es sencillo y que la vuelta en el Santiago Bernabéu será un verdadero desafío.
Arteta, en una reciente rueda de prensa, expresó su satisfacción por el rendimiento de su equipo, pero también subrayó la importancia de mantener los pies en la tierra. "Hemos dado un gran paso, pero sabemos que en el Bernabéu todo puede cambiar. No podemos confiarnos, porque el Real Madrid es un equipo que tiene la capacidad de remontar cualquier situación", afirmó el entrenador.
La clave del éxito del Arsenal en el partido de ida fue la brillante actuación de Declan Rice, quien rompió una sequía de goles de falta directa que se extendía desde septiembre de 2021. "No solo se trata de los goles, sino de cómo el equipo ha sabido adaptarse a las circunstancias", añadió Arteta, refiriéndose a las lesiones que han afectado a su plantilla a lo largo de la temporada.
El técnico también destacó la importancia de la mentalidad colectiva, afirmando que "cada jugador ha tenido que asumir un rol diferente y eso ha sido fundamental para nuestro rendimiento". La victoria ante el Madrid no solo ha sido un alivio, sino también un impulso moral para un equipo que ha luchado por recuperar su estatus en el fútbol europeo.
Con la mirada puesta en el partido de vuelta, Arteta sabe que su equipo debe ser aún más sólido y efectivo. "No se trata solo de creer en nosotros mismos, sino de demostrarlo en el campo. Cada partido es una nueva oportunidad para crecer y aprender", concluyó el entrenador.
El Arsenal, que ha mostrado un juego atractivo y efectivo, ahora se enfrenta a la presión de mantener su ventaja en un estadio donde la historia pesa. La afición espera que esta sea la temporada en la que el club recupere su lugar entre los grandes de Europa, y la próxima semana en Madrid podría ser el momento decisivo.