El Real Madrid logró una victoria por 0-1 ante el Deportivo Alavés en un partido que estuvo marcado por la controversia y la tensión. A pesar de los tres puntos conseguidos, el encuentro dejó más dudas que certezas para el equipo de Carlo Ancelotti, que se mantiene a cuatro puntos del Barcelona en la clasificación de LaLiga.
El partido, disputado en Mendizorroza, comenzó con el Madrid buscando el control del juego, pero rápidamente se tornó en un duelo físico. La primera parte fue un verdadero caos, con múltiples faltas y un juego desorganizado. La situación se complicó aún más cuando Kylian Mbappé fue expulsado por una entrada violenta, lo que dejó al Madrid con un jugador menos y generó un ambiente de desconfianza entre los aficionados.
La decisión del árbitro Soto Grado, que inicialmente mostró tarjeta amarilla, fue revisada por el VAR, resultando en la roja directa para el francés. Esta acción desató la indignación de los seguidores madridistas, quienes consideraron que la sanción fue excesiva y perjudicial para su equipo.
En la segunda parte, el Alavés también se quedó con 10 jugadores tras la expulsión de Manu Sánchez, pero el daño ya estaba hecho. A pesar de la ventaja numérica, el equipo local no pudo concretar sus oportunidades y se vio superado por la defensa madridista, que logró mantener su portería a cero.
Con este triunfo, el Real Madrid suma 66 puntos, pero la sensación es que el camino hacia el título se ha vuelto más complicado. La próxima jornada será clave para el equipo, que deberá demostrar que puede superar las adversidades y mantener la presión sobre el Barcelona en la lucha por el campeonato.