El Real Madrid se despidió de la UEFA Champions League en un partido marcado por la controversia y la frustración. En un emocionante encuentro contra el Arsenal, el colegiado François Letexier se vio envuelto en decisiones polémicas que dejaron a los madridistas con la miel en los labios.
El choque comenzó con un ambiente electrizante en el Santiago Bernabéu, donde los aficionados esperaban una remontada épica. La primera gran emoción llegó cuando Thibaut Courtois detuvo un penalti, lo que encendió la esperanza en las gradas. Sin embargo, la alegría no duró mucho, ya que poco después, Letexier señaló un penalti a favor del Real Madrid por un claro agarrón de Declan Rice sobre Kylian Mbappé.
La euforia se apoderó del estadio, pero la felicidad se tornó en desilusión cuando el árbitro, tras consultar el VAR, decidió anular la pena máxima. La decisión fue recibida con incredulidad por parte de los aficionados, quienes consideraban que el agarrón era evidente y merecía sanción. “Era un penalti claro”, comentaban muchos en las gradas, mientras el colegiado se dirigía a revisar la jugada en la pantalla.
UN MOMENTO CLAVE QUE CAMBIÓ EL RUMBO DEL PARTIDO
La anulación del penalti fue un golpe devastador para el Real Madrid, que necesitaba ese gol para mantener viva la esperanza de avanzar en la competición. En caso de haber convertido la pena máxima, el equipo blanco se habría acercado a solo dos goles de igualar la eliminatoria, lo que podría haber cambiado el rumbo del partido. Sin embargo, el destino tenía otros planes.
A pesar de la adversidad, el Madrid logró igualar el marcador con un tanto de Vinicius tras el gol inicial de Saka. Pero la alegría fue efímera, ya que el Arsenal, en un último suspiro, selló su pase a las semifinales con un gol de Martinelli. La decepción se apoderó del Bernabéu, donde los aficionados lamentaban la eliminación del vigente campeón de Europa.
Este desenlace cruel deja al Real Madrid sin la posibilidad de levantar su decimosexta Champions en Múnich, un sueño que se desvaneció en una noche llena de polémicas y decisiones arbitrales que marcaron el destino del encuentro. La afición merengue se pregunta si el VAR ha sido un aliado o un enemigo en esta temporada, y la respuesta parece estar más cerca de lo segundo.