El Santiago Bernabéu se convirtió en un escenario de desilusión para los aficionados del Real Madrid, que vieron cómo su equipo se despedía de la Champions League tras una derrota abultada ante el Arsenal. Con un resultado global de 1-5, el conjunto merengue se enfrenta a una dura realidad que pone en tela de juicio tanto el rendimiento de los jugadores como la continuidad de su entrenador, Carlo Ancelotti.
El técnico italiano llegó a este crucial encuentro bajo una intensa presión, ya que su gestión había sido objeto de críticas a lo largo de la temporada. La eliminación de la máxima competición europea, sumada a la falta de ideas en el juego del equipo, ha dejado a muchos cuestionándose si Ancelotti podrá seguir al mando. "A ver qué pasa el próximo año, no lo sé y no quiero saberlo", confesó el propio Carletto tras el pitido final, reflejando la incertidumbre que rodea al club.
El planteamiento de Ancelotti para intentar una remontada épica fue, sin duda, insuficiente. La ausencia de figuras clave como Dani Ceballos y Luka Modric en el once inicial, en favor de un centro del campo más físico con Valverde y Tchouaméni, dejó al Madrid sin recursos creativos. La estrategia se limitó a centros laterales, pero, como bien apuntó Thibaut Courtois, el equipo carecía de un delantero centro como Joselu para aprovechar esas oportunidades.
A pesar del esfuerzo y la entrega, el Madrid mostró un juego precipitado que favoreció a un Arsenal sólido en defensa. Las pérdidas de tiempo del equipo inglés fueron un aliado en su estrategia, mientras que el Madrid no logró generar ocasiones claras que pusieran en aprietos a los gunners. Ni siquiera la entrada de jugadores como Brahim Díaz logró cambiar el rumbo del partido.
El tridente ofensivo formado por Vinícius, Mbappé y Rodrygo no logró hacer temblar a la defensa rival. Vinícius, aunque luchador, se mostró desacertado en sus decisiones y en la definición, mientras que Mbappé, que había sido una de las estrellas del equipo, no pudo brillar como se esperaba. La afición, que había depositado grandes esperanzas en él, se despidió con pitos cuando salió del campo tras una lesión.
Lucas Vázquez, al ser preguntado sobre los culpables de esta eliminación, dejó claro que "cuando ganamos todos somos responsables, cuando perdemos también". A pesar de la decepción, el jugador se mostró optimista: "Volveremos más fuertes. El Madrid volverá siempre".
En medio de esta crisis, el club debe reflexionar sobre su futuro. La temporada ha sido un cúmulo de altibajos y la afición espera respuestas. La presión está sobre los hombros de Ancelotti y sus jugadores, que deberán trabajar duro para recuperar la confianza y el prestigio que el Real Madrid merece.