El próximo sábado, el Estadio de La Cartuja en Sevilla será el escenario de uno de los encuentros más esperados del fútbol español: la final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el Barcelona. Sin embargo, la elección del árbitro ha encendido la polémica. De Burgos Bengoetxea, un colegiado con un historial controvertido en sus enfrentamientos con el equipo blanco, ha sido designado para dirigir este crucial partido.
La elección de Bengoetxea no ha pasado desapercibida. Toni Freixa, abogado y empresario con estrechos lazos al Barcelona, ha expresado su descontento en redes sociales, acusando a ciertos sectores de presionar al árbitro para crear un ambiente hostil. "Quieren hacer el ambiente irrespirable para justificar sus derrotas", afirmó Freixa, quien prometió que se están organizando para tomar medidas al respecto. Su mensaje ha resonado entre los aficionados, avivando aún más la llama de la controversia.
La designación de De Burgos Bengoetxea para este Clásico no es casualidad. Este árbitro, que ha pitado en la Primera División desde 2015 y es internacional desde 2018, ya tiene experiencia en partidos entre ambos gigantes del fútbol español. Sin embargo, su historial no es el más favorable para el Real Madrid, ya que ha dirigido 25 encuentros del equipo, con un balance de 16 victorias, 4 empates y 5 derrotas. En contraste, ha arbitrado al Barcelona en 31 ocasiones, donde los culés han cosechado 25 triunfos.
La controversia se intensifica al recordar que De Burgos Bengoetxea fue mencionado en informes elaborados por el hijo de Javier Enríquez Negreira, un personaje central en el escándalo que ha sacudido al fútbol español. En un documento de 2016, se detallaban aspectos de su personalidad y estilo de arbitraje, sugiriendo que le "falta personalidad y experiencia". Este tipo de antecedentes no hacen más que alimentar las dudas sobre su imparcialidad en un partido de tal magnitud.
La final de la Copa del Rey no solo es un enfrentamiento deportivo; es un evento que trasciende el fútbol y se convierte en un campo de batalla para las emociones y las pasiones de millones de aficionados. La presión sobre el árbitro será inmensa, y la expectativa de que su actuación pueda influir en el resultado es palpable. El VAR estará a cargo de Pablo González Fuertes, quien también tendrá un papel crucial en este encuentro decisivo.
Con el telón de fondo de un Clásico que promete ser electrizante, la figura del árbitro se convierte en un tema central de discusión. ¿Podrá De Burgos Bengoetxea manejar la presión y arbitrar de manera justa, o se verá atrapado en la tormenta de críticas y sospechas que lo rodean? La respuesta se conocerá el sábado, cuando el silbato dé inicio a uno de los partidos más esperados del año.