El Real Madrid se despidió de la final de la Copa del Rey con un sabor agridulce tras caer 3-2 ante su eterno rival, el FC Barcelona, en un partido que dejó claro que el equipo blanco tiene mucho que ofrecer. Carlo Ancelotti, el entrenador del conjunto merengue, expresó su dolor por no haber podido levantar el trofeo, pero también resaltó el esfuerzo y la entrega de sus jugadores.
En la rueda de prensa posterior al encuentro, Ancelotti analizó el desarrollo del partido, afirmando que "hemos competido bien" y que el equipo estuvo "bajo control" durante gran parte del encuentro. Sin embargo, un error defensivo permitió al Barcelona complicar la situación. "Estuvimos cerca de ganar, especialmente en la segunda parte, donde mostramos una mejoría notable", añadió el técnico.
El entrenador italiano no escatimó en elogios hacia sus jugadores, destacando el rendimiento de Antonio Rüdiger, quien, a pesar de su agotamiento, completó un partido excepcional. "Ha hecho un esfuerzo espectacular y no se puede reprochar nada al equipo. Si hubiéramos ganado, no habría sido un escándalo", afirmó Ancelotti, dejando claro que el Madrid tiene la capacidad de competir al más alto nivel.
En cuanto a la decisión de dejar a Kylian Mbappé en el banquillo durante la primera parte, Ancelotti explicó que el delantero no estaba en condiciones de jugar los 90 minutos. "Preferí meterlo en la segunda parte, cuando el ritmo de presión del Barcelona había disminuido. Su entrada cambió la dinámica del partido", comentó el técnico, quien también se mostró optimista sobre el futuro del equipo.
Sobre su futuro en el club, Ancelotti fue cauteloso. "Puedo seguir, puedo parar, este será un tema de las próximas semanas, no de hoy", dijo, dejando abierta la posibilidad de continuar al frente del Real Madrid.
A pesar de la derrota, el mensaje de Ancelotti fue claro: el Real Madrid tiene la calidad y la determinación para seguir luchando por los títulos. "El equipo va a aguantar y va a pelar hasta el último partido de la temporada. Esto es fútbol y hay que aprender de cada experiencia", concluyó el técnico, reafirmando su confianza en el potencial del equipo.
El Madrid se marcha de La Cartuja con la cabeza alta, sabiendo que la próxima temporada puede traer nuevas oportunidades y, con un poco de suerte, el regreso a la senda de la gloria.