La final de la Copa del Rey celebrada en La Cartuja de Sevilla dejó a los aficionados del Real Madrid con un sabor amargo, tras una intensa batalla que culminó con la victoria del FC Barcelona en el tiempo extra. El partido, que tuvo más giros que una montaña rusa, comenzó con un gol de Pedri que puso a los culés por delante, pero el Madrid no se rindió y logró remontar con tantos de Mbappé y Tchouaméni.
Sin embargo, el equipo de Hansi Flick demostró su capacidad de reacción y, tras un empate agónico, se llevó el título gracias a un gol de Koundé en el minuto 116. Este desenlace ha reavivado el debate sobre la superioridad de los culés en esta temporada, aunque el Real Madrid sigue siendo un gigante del fútbol que no se rinde fácilmente.
Un inicio complicado para el Madrid
La final comenzó con una mala noticia para el Madrid: la lesión de Mendy en los primeros minutos. Esto obligó a Carlo Ancelotti a realizar un cambio temprano, lo que alteró los planes iniciales del equipo. A pesar de este contratiempo, el Madrid mostró su carácter y luchó por recuperar el control del partido.
El primer gol del encuentro llegó tras una brillante jugada de Lamine Yamal, quien asistió a Pedri para que este, con un disparo magistral, abriera el marcador. A partir de ahí, el Real Madrid se vio obligado a reaccionar y, tras varias ocasiones fallidas, logró igualar el encuentro gracias a un gol de Mbappé que encendió la esperanza en la afición blanca.
La remontada y el desenlace dramático
El Real Madrid continuó presionando y, con un gran esfuerzo, logró ponerse por delante con un gol de Tchouaméni. Sin embargo, el Barcelona no se dio por vencido y, en un final de infarto, logró empatar antes del pitido final, llevando el partido a la prórroga.
En la prórroga, el FC Barcelona mostró su experiencia y, en un momento decisivo, Koundé se convirtió en el héroe culé al marcar el gol de la victoria en el minuto 116. Este tanto no solo le dio el título a su equipo, sino que también dejó al Real Madrid con la sensación de que la temporada aún no ha terminado y que la lucha por los títulos continúa.
Las palabras de Tchouaméni resonaron en el aire tras el partido: "Volveremos". Un mensaje claro que refleja la determinación del Real Madrid de no rendirse y seguir luchando por sus objetivos. A pesar de la derrota, el equipo blanco sigue siendo un contendiente formidable en el fútbol español.