Antonio Rüdiger, defensa del Real Madrid, ha causado revuelo tras su expulsión en la última jugada de la final de la Copa del Rey. El central, que se encontraba en el banquillo, no pudo contener su frustración y se enfrentó al árbitro De Burgos Bengoetxea, lo que resultó en una tarjeta roja directa.
Según el acta arbitral, el colegiado detalló que Rüdiger lanzó un objeto desde el área técnica, aunque este no llegó a impactarle. La situación se tornó tensa, y el jugador tuvo que ser sujetado por miembros del cuerpo técnico debido a su actitud agresiva. Esta acción podría costarle una sanción de hasta cuatro partidos y una multa de 1200 euros, según el artículo 101 del Código Disciplinario de la RFEF.
Con esta sanción, el zaguero germano se perderá el Clásico liguero programado para el 11 de mayo en Montjuïc, un encuentro crucial para las aspiraciones del equipo. Sin embargo, podría estar disponible para la última jornada de liga ante la Real Sociedad, lo que ofrece un pequeño respiro a la afición madridista.
La baja de Rüdiger es sin duda un golpe duro para el equipo de Ancelotti, quien deberá buscar alternativas en la defensa. Las opciones más viables son David Alaba y Asensio, aunque también podría optar por Tchouaméni, quien ha demostrado ser un jugador versátil en situaciones similares.
La preocupación no se limita a Rüdiger, ya que Bellingham y Lucas Vázquez también vieron la tarjeta roja, lo que podría complicar aún más la situación del equipo en las próximas jornadas. La dirección del club ha manifestado su descontento con el comportamiento de sus jugadores, reconociendo que no representaron adecuadamente los valores del Real Madrid.
En un intento de enmendar su error, Rüdiger se disculpó públicamente a través de sus redes sociales, reconociendo que no hay excusa para su comportamiento. "Lo siento mucho. Jugamos un muy buen partido desde la segunda parte, pero cometí un error antes del pitido final", escribió el defensor.
El Real Madrid, consciente de la importancia de mantener una imagen digna, ha decidido aceptar cualquier sanción que se imponga, reconociendo que la actitud de Rüdiger fue inaceptable. Ahora, el equipo debe centrarse en la lucha por el título liguero y en el próximo Mundial de Clubes, que se celebrará en junio.
En resumen, la expulsión de Rüdiger ha dejado una sombra sobre la final de la Copa del Rey, ensuciando lo que debería haber sido un encuentro de camaradería entre dos grandes rivales. La afición madridista espera que su equipo se recupere rápidamente y mantenga el enfoque en los objetivos que aún están en juego.