En un emocionante encuentro disputado en Mendizorroza, el Real Madrid logró una victoria crucial que lo mantiene en la lucha por la Liga. El primer golpe llegó en el minuto 33, cuando Eduardo Camavinga se sacó un auténtico golazo de la chistera. El mediocampista francés, tras recibir un pase filtrado de Arda Güler, se adentró en el área y, con un potente disparo desde fuera, superó al portero Jesús Owono, abriendo así el marcador y anotando su quinto gol con la camiseta blanca.
La jugada fue el resultado de una brillante combinación entre los jugadores madridistas, donde Fede Valverde también tuvo su protagonismo al asistir a Camavinga en el momento clave. Este gol no solo fue un alivio para el equipo, sino que también representó un resurgimiento para el joven mediocentro, quien había estado bajo presión tras su reciente expulsión en la Champions League contra el Arsenal.
Sin embargo, la alegría madridista se vio empañada por la sorprendente expulsión de Kylian Mbappé en el minuto 38. El delantero francés, conocido por su velocidad y habilidad, cometió una dura entrada sobre Antonio Blanco que le costó la tarjeta roja directa. Esta fue la cuarta expulsión en la carrera de Mbappé, un hecho que podría tener repercusiones significativas en los próximos partidos del equipo.
Con el Real Madrid en ventaja y un jugador menos en el campo, el entrenador Davide Ancelotti se enfrenta a un dilema táctico para la segunda mitad. El Alavés, ahora con un jugador más, seguramente intensificará su búsqueda del gol, lo que podría poner en aprietos a la defensa madridista, liderada por Thibaut Courtois.
La situación es crítica para el Madrid, que llega a este partido tras una dura derrota en Londres. Camavinga, consciente de la presión, se dirigió a los aficionados a través de las redes sociales, pidiendo disculpas por su actuación en el partido anterior y prometiendo dar lo mejor de sí en el futuro. "A todos los madridistas, mi frustración me pudo al final del partido y por ello quiero pedir disculpas. Hay que seguir creyendo y os necesitaremos en la vuelta. Todos juntos. Hasta el final. Hala Madrid", escribió el joven mediocampista.
El encuentro en Vitoria no solo fue un test de carácter para el Madrid, sino también una oportunidad para que Camavinga demostrara su valía en un momento de caos. Cuando el partido se volvió intenso y descontrolado, su presencia se hizo notar, recuperando balones y generando peligro en el área rival. Este tipo de actuaciones son las que el Madrid necesita para seguir compitiendo en la parte alta de la tabla.
Con la mirada puesta en el próximo enfrentamiento, el Real Madrid deberá encontrar la manera de adaptarse a la ausencia de Mbappé y mantener el impulso que les ha llevado a esta victoria. La lucha por la Liga sigue viva, pero el camino está lleno de obstáculos. La afición espera que el equipo pueda superar estos desafíos y seguir luchando por el título.