El próximo Clásico entre el Real Madrid y el FC Barcelona promete ser un espectáculo emocionante, pero también está envuelto en la controversia debido a la designación del árbitro Alejandro Hernández Hernández. Este colegiado, conocido por sus decisiones polémicas en encuentros anteriores, ha sido objeto de críticas por parte de la afición madridista, que recuerda con desagrado sus actuaciones en partidos clave.
Hernández Hernández ha dirigido un total de cuatro Clásicos, y el balance para el Real Madrid no es favorable: solo ha logrado la victoria en uno de esos encuentros. En un reciente análisis emitido por Real Madrid TV, se expusieron sus errores más notables, destacando que el equipo blanco solo ha ganado el 54% de los partidos que ha arbitrado. Este dato es alarmante, considerando que se trata del árbitro con el que el Madrid tiene el peor registro de victorias entre aquellos que le han pitado al menos diez veces.
El vídeo de la televisión madridista recordó incidentes significativos, como el gol anulado a Gareth Bale en la temporada 2015-16, donde el colegiado invalidó un tanto legítimo por una falta que, según las imágenes, nunca existió. Además, se mencionó un penalti claro no señalado a Cristiano Ronaldo en un Clásico que terminó en derrota para el Madrid.
La historia se repite, y la afición merengue teme que la tendencia continúe en el encuentro del próximo domingo en el Estadio Olímpico de Montjuic. Con ambos equipos separados por solo cuatro puntos en la clasificación, cada decisión arbitral podría ser crucial en la lucha por el título de LaLiga EA Sports.
La presión está sobre Hernández Hernández, quien ha sido criticado por su falta de atención a las infracciones evidentes en partidos anteriores. En el Clásico de este fin de semana, los aficionados del Real Madrid esperan que el árbitro no repita los errores del pasado y que el espectáculo se decida en el campo, no en el VAR.
El Real Madrid, con la moral alta tras sus recientes actuaciones, confía en que el talento de sus jugadores brille en el césped, mientras que la afición espera que la justicia arbitral esté de su lado. El Clásico es más que un partido; es una batalla por el orgullo y la gloria, y cada detalle cuenta.