El Real Madrid se enfrentó al Barcelona en un Clásico que quedará grabado en la memoria de los aficionados. A pesar de un inicio prometedor, donde Kylian Mbappé abrió el marcador con un penalti transformado, los blancos no pudieron mantener la ventaja y acabaron sucumbiendo ante un rival que mostró su fortaleza en Montjuic.
El encuentro comenzó con un penalti polémico a favor del Madrid, tras una falta de Szczesny sobre Mbappé. El delantero francés no falló y puso el 0-1 en el marcador. Sin embargo, el Barcelona reaccionó rápidamente, y en un abrir y cerrar de ojos, la situación se tornó en su favor.
Eric García, Lamine Yamal y Raphinha fueron los encargados de dar la vuelta al marcador, dejando al Madrid en una posición complicada antes del descanso. A pesar de que Mbappé logró completar un hat-trick, sus esfuerzos no fueron suficientes para evitar la derrota.
El entrenador Carlo Ancelotti, que se despide de su etapa en el club, optó por un esquema 4-4-2, dejando a Rodrygo fuera del once inicial. Esta decisión fue criticada, ya que el equipo mostró una fragilidad defensiva alarmante que permitió al Barcelona aprovechar cada error.
El Madrid, que llegó a Montjuic con la necesidad de una victoria, se vio superado por la intensidad del juego culé. A pesar de que el equipo blanco controló mejor el juego en comparación con otros Clásicos, la falta de contundencia en defensa fue su talón de Aquiles.
En la segunda mitad, el Madrid intentó equilibrar el juego, pero la suerte no estuvo de su lado. Un gol anulado al Barcelona por fuera de juego y varias ocasiones desperdiciadas por parte de los blancos, incluido un mano a mano fallado por el canterano Víctor Muñoz, sellaron el destino del encuentro.
Con esta derrota, el Real Madrid se aleja de la lucha por el título de Liga, mientras que el Barcelona se acerca a la consagración como campeones. La próxima semana, los culés podrían sellar su título en su visita al Espanyol, dejando a los madridistas reflexionando sobre lo que pudo haber sido.