La saga judicial entre Kylian Mbappé y el París Saint-Germain (PSG) continúa sin visos de resolución. El delantero del Real Madrid reclama al club parisino un total de 55 millones de euros por salarios y primas adeudadas de su última temporada en la Ligue 1. Sin embargo, el PSG ha decidido contraatacar, alegando que es el propio jugador quien les debe dinero por supuestos perjuicios causados por sus tácticas dilatorias.
Este lunes, en una nueva vista en el Tribunal Judicial de París, los abogados del PSG, liderados por Renaud Semerdjian, argumentaron que Mbappé no ha presentado pruebas suficientes para respaldar su reclamación. En un giro inesperado, el club ha solicitado que el jugador les abone 98 millones de euros, argumentando que sus acciones han perjudicado a la entidad.
“Kylian Mbappé debe dinero al PSG por las tácticas dilatorias que le han perjudicado”, afirmó Semerdjian, quien añadió que el objetivo de esta reclamación no es recuperar la suma, sino demostrar que la demanda del jugador es infundada. Esta estrategia ha sorprendido a muchos, ya que el PSG ha pasado de ser el deudor a convertirse en el demandante.
La defensa de Mbappé apunta a la falta de transparencia del PSG
Por su parte, el abogado de Mbappé, Thomas Clay, no ha dudado en criticar la falta de transparencia del PSG, vinculando la situación a los intereses de Qatar. “¿Dónde está el dinero? No ha sido fácil confiscarlo, los bancos se han negado. Estamos tratando con un estado soberano que financia permanentemente a este club”, declaró Clay, dejando claro que la situación es compleja y que la falta de claridad en las cuentas del PSG podría complicar aún más el proceso.
La tensión entre ambas partes ha ido en aumento desde que Mbappé decidiera dejar el PSG para unirse al Real Madrid, y ahora, con la próxima audiencia programada para el 26 de mayo, se espera que se tome una decisión que podría marcar un antes y un después en esta disputa. La justicia ordinaria tendrá la última palabra en un conflicto que ha captado la atención de los aficionados y expertos por igual.
En este contexto, el PSG se enfrenta a un dilema: si no resuelve esta situación, podría verse amenazado por la normativa de la UEFA, que podría sancionar al club en caso de que se confirme una deuda con alguno de sus exjugadores. La presión está aumentando y el desenlace de esta batalla legal podría tener repercusiones significativas tanto para el club como para el jugador.