16/05/2025

El Barcelona se corona campeón en el RCDE Stadium, pero la celebración se queda en el vestuario

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El Barcelona se corona campeón en el RCDE Stadium, pero la celebración se queda en el vestuario
Los azulgranas, dirigidos por Hansi Flick, logran un nuevo título de LaLiga en el campo del eterno rival, aunque la fiesta se trasladó al vestuario tras una tensa jornada.

El FC Barcelona ha conseguido alzarse con un nuevo título de LaLiga tras vencer en el RCDE Stadium, un escenario que se ha convertido en testigo de sus éxitos recientes. Los hombres de Hansi Flick no dejaron escapar la oportunidad de proclamarse campeones, pero la celebración no fue como se esperaba. A pesar de la victoria, el ambiente se tornó tenso y la fiesta se trasladó rápidamente al vestuario.

Desde el pitido final, se vivieron momentos de tensión en el terreno de juego, donde una pequeña tangana entre los jugadores de ambos equipos dejó claro que la rivalidad sigue muy viva. Hansi Flick tomó la decisión de pedir a sus jugadores que celebraran el título en la intimidad del vestuario, recordando que el respeto es fundamental en estos momentos. Lamine Yamal, uno de los jóvenes talentos del equipo, fue uno de los primeros en abandonar el campo, dirigiéndose al túnel sin mirar atrás.

El Espanyol, por su parte, no se quedó atrás en la defensa de su honor y, en un intento por evitar cualquier celebración culé, encendió los aspersores del campo. Sin embargo, los jugadores del Barcelona no se dejaron amedrentar y, aunque la fiesta se limitó a los vestuarios, se escucharon cánticos de Un dia de partit que resonaron en el interior del estadio.

La celebración oficial se llevará a cabo mañana con una gran rúa por las calles de Barcelona, donde los aficionados podrán unirse a la fiesta. Pedri, tras el encuentro, expresó su satisfacción: "Una Liga no se gana todos los días y hay que disfrutarla y valorarla como se merece".

Un recuerdo amargo

Este triunfo en el RCDE Stadium evoca recuerdos de la temporada 22-23, cuando el Barcelona también se proclamó campeón en este mismo campo, lo que contribuyó al descenso del Espanyol. La imagen de los jugadores culés celebrando en el césped y la posterior invasión de campo por parte de los aficionados blanquiazules es un episodio que aún resuena en la memoria colectiva.

En resumen, el Barcelona ha logrado un nuevo hito en su historia reciente, pero la celebración ha estado marcada por la tensión y la rivalidad. La victoria es dulce, pero el camino hacia la gloria siempre tiene sus espinas.