El Real Madrid ha demostrado una vez más su capacidad de lucha y resiliencia al conseguir una victoria agónica frente al Mallorca en el Santiago Bernabéu. En un partido que parecía destinado a terminar en empate, un gol de Jacobo Ramón en el minuto 95 selló el destino del encuentro y dejó a los visitantes con un sabor amargo tras una celebración prematura.
El lateral del Mallorca, Pablo Maffeo, no pudo contener su euforia cuando el marcador reflejaba un 1-1. Tras un córner a favor del Madrid, Maffeo hizo gestos hacia la afición blanca, anticipando una victoria que nunca llegó. Sin embargo, el destino le tenía reservado un giro inesperado. En el último suspiro del partido, Fran García lanzó un potente disparo al área que fue rematado por Jesús Vallejo, quien asistió a Ramón para que este anotara su primer gol en la liga. Un verdadero ‘Jacobazo’ que dejó a Maffeo sin palabras.
La noche no fue fácil para el defensor mallorquín, quien tuvo que ver gran parte del encuentro desde el banquillo y, al entrar al campo, fue recibido con abucheos por parte de la afición local. Además, su actuación se vio empañada por una tarjeta amarilla y un par de jugadas en las que fue superado por el estelar Kylian Mbappé. El karma, parece, le jugó una mala pasada.
La controversia de Maffeo y Vinicius
La relación entre Maffeo y el Real Madrid ha estado marcada por la polémica, especialmente en sus enfrentamientos con Vinicius. El lateral ha sido protagonista de varios altercados con el brasileño, lo que ha llevado a la afición a mostrar su descontento hacia él. En declaraciones recientes, Maffeo insinuó que su falta de convocatoria con la selección española se debía a su rivalidad con Vinicius, lo que ha encendido aún más los ánimos.
En un intento de avivar la rivalidad, Maffeo llegó a retar a Vinicius a una pelea en un ring, afirmando que podría noquearlo en 10 segundos. Sin embargo, en el campo, la realidad fue muy diferente, y en la última Supercopa, fue el brasileño quien salió victorioso.
El camino del Madrid hacia la recuperación
A pesar de las numerosas bajas que ha sufrido el equipo, el Real Madrid ha demostrado que no se rinde fácilmente. Con un plantel diezmado, Ancelotti ha tenido que hacer malabares para mantener la competitividad del equipo. La victoria ante el Mallorca es un claro ejemplo de la determinación de los blancos, que ahora se preparan para enfrentar a Sevilla y Real Sociedad en los próximos partidos.
El objetivo es claro: recuperar efectivos y seguir luchando por el título. Con el regreso de Tchouaméni tras su sanción y la esperanza de contar con Vinicius, Lucas y Brahim, el Madrid se aferra a la posibilidad de seguir sumando puntos en la liga. Ancelotti ha dejado claro que, independientemente de las circunstancias, el equipo peleará hasta el final.