La Audiencia Provincial de Madrid se prepara para un juicio que promete ser un hito en la lucha contra la intolerancia en el deporte. El próximo lunes 19 de mayo, se juzgará a cuatro individuos vinculados al grupo ultra Frente Atlético, quienes están acusados de perpetrar un acto de desprecio hacia Vinicius Junior, jugador del Real Madrid.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del 25 al 26 de enero de 2023, justo antes de un esperado partido de Copa del Rey entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid. En un acto que ha sido calificado como un ataque a la dignidad, los acusados colgaron un muñeco hinchable que representaba al futbolista, vestido con su camiseta y con su nombre en la espalda, en un puente de la carretera M-11, cerca de la ciudad deportiva del club blanco.
La Fiscalía ha solicitado cuatro años de prisión para cada uno de los acusados, además de una indemnización de 6.000 euros por los daños morales causados al jugador. Este acto, que fue ampliamente difundido en redes sociales, ha generado una ola de repulsa tanto en el ámbito deportivo como en la sociedad en general.
El fiscal ha argumentado que los acusados no solo cometieron un delito contra los derechos fundamentales y libertades públicas, sino que también incurrieron en amenazas. La pancarta que acompañaba al muñeco, con el lema "Madrid odia al Real", ha sido vista como un símbolo de la intolerancia que aún persiste en el fútbol español.
El juicio no solo se centrará en las acciones de los acusados, sino que también se espera la comparecencia de Vinicius como testigo, lo que añade un componente emocional a un caso que ha captado la atención de los medios de comunicación y de la afición. La Real Federación Española de Fútbol y la Liga Nacional de Fútbol Profesional han mostrado su apoyo a la causa, subrayando la necesidad de erradicar cualquier forma de racismo y xenofobia en el deporte.
Este juicio representa una oportunidad crucial para que el fútbol español demuestre su compromiso con la igualdad y el respeto, valores que deben prevalecer en el deporte rey. La comunidad futbolística espera que la sentencia sirva como un mensaje claro contra la intolerancia y el odio, reafirmando que el fútbol debe ser un espacio de inclusión y respeto.