En un partido marcado por la superioridad numérica, el Real Madrid se llevó los tres puntos en su visita al Sevilla, que terminó el encuentro con solo nueve jugadores. La primera mitad estuvo marcada por la expulsión de Loïc Badé, quien dejó a su equipo en desventaja tras una imprudente falta sobre Kylian Mbappé.
A pesar de la ventaja, el equipo de Carlo Ancelotti no logró imponer su juego en los primeros 45 minutos, donde el Sevilla mostró una gran disposición y luchó por mantener el empate. Sin embargo, la situación cambió drásticamente en la segunda mitad.
El Real Madrid comenzó a dominar el encuentro tras la expulsión de Isaac Romero por una dura entrada a Tchouameni, lo que dejó a los locales con dos hombres menos. En el minuto 75, Mbappé se encargó de abrir el marcador con un potente disparo desde fuera del área que superó al portero Nyland. Este gol no solo significó el 0-1, sino que también consolidó al francés como el máximo goleador de la competición, acercándolo a su objetivo de la Bota de Oro.
Ya en el minuto 87, Bellingham selló la victoria con un gol que llegó tras una asistencia de cabeza del canterano Gonzalo García. Con este resultado, el Real Madrid se asegura la segunda posición en la Liga, mientras que el Sevilla, aunque ya salvado, no pudo hacer frente a la presión del equipo blanco.
El encuentro, que se disputó en un Sánchez-Pizjuán parcialmente vacío debido a las protestas de los aficionados, dejó claro que el Real Madrid sigue siendo un equipo temido, especialmente con un Mbappé en estado de gracia. El francés, que ha anotado 29 goles en la Liga, se perfila como el principal candidato al Pichichi y continúa su lucha por ser el mejor goleador de Europa.
Con esta victoria, el Real Madrid demuestra que, a pesar de las dificultades, sigue siendo un contendiente formidable en la competición. La afición blanca puede estar satisfecha con el rendimiento de su equipo y, sobre todo, con la actuación estelar de su estrella francesa.