En un fallo que marca un antes y un después en la lucha contra el racismo en el deporte, la Audiencia Provincial de Valladolid ha condenado a cinco aficionados a un año de prisión por un delito de odio. Los hechos se remontan al 30 de diciembre de 2022, durante un encuentro entre el Real Madrid y el Real Valladolid en el Estadio José Zorrilla, donde los acusados dirigieron insultos racistas hacia el jugador brasileño Vinícius Júnior.
La sentencia, que ha sido celebrada por la Liga de Fútbol Profesional y el propio club blanco, establece que los cinco encausados, identificados como Adrián P.D., Mario S.de la F., Luis Miguel T., Miguel Ángel T.G. y David A. de D., han aceptado la pena tras un acuerdo con la Fiscalía y las acusaciones particulares. Cada uno de ellos deberá cumplir una multa de 1.620 euros y se les inhabilitará para ejercer profesiones educativas en el ámbito deportivo durante cuatro años.
Durante la vista, los acusados mostraron su arrepentimiento y confirmaron su intención de pedir disculpas públicas a Vinícius y a todas las personas que se hayan sentido ofendidas por sus actos. Este gesto, aunque tardío, es un paso hacia la reparación del daño causado por sus palabras.
Un mensaje claro contra el racismo
Los insultos, que fueron grabados por varios aficionados y difundidos en redes sociales, tuvieron una gran repercusión pública, lo que llevó a la apertura de expedientes administrativos de sanción por parte de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte. La sentencia no solo condena a los infractores, sino que también envía un mensaje claro: el racismo no tiene cabida en el fútbol.
Vinícius, por su parte, ha decidido renunciar a cualquier indemnización, lo que demuestra su compromiso con la lucha contra el racismo más allá de lo económico. La resolución judicial será comunicada a las autoridades pertinentes para la continuación de los procedimientos administrativos.
Este caso se convierte en un hito en la historia del fútbol español, ya que es la primera vez que se condenan expresiones racistas en los estadios como un delito de odio. La Liga ha destacado la importancia de esta sentencia, que refuerza la idea de que la intolerancia no tiene cabida en el deporte y que se deben tomar medidas contundentes para erradicarla.