El Real Madrid se encuentra en un momento de transición, marcado por la inminente despedida de uno de sus más grandes ídolos: Luka Modric. El mediocampista croata, quien ha sido una figura clave en el club durante más de una década, se marchará tras el Mundial de Clubes, donde espera dejar una última huella en la historia del equipo.
Modric, que ha acumulado un impresionante palmarés de 28 títulos con el Madrid, se despide como el futbolista más laureado en la historia del club. Su llegada en 2012, bajo la dirección de José Mourinho, fue recibida con escepticismo, pero el tiempo ha demostrado que el croata ha sido un verdadero fenómeno en el campo.
Con 39 años, Modric ha decidido emprender una nueva aventura en el Milan, donde se espera que firme un contrato por un año con opción a un segundo. Según informan medios italianos, el acuerdo ya está cerrado, aunque el jugador ha preferido no hacer ruido durante su última competición con el Madrid, mostrando una vez más su profesionalismo y dedicación.
Antes de unirse a la disciplina de Massimiliano Allegri, Modric disfrutará de unas merecidas vacaciones tras un año lleno de compromisos. El Milan, que no competirá en Europa la próxima temporada, se beneficiará de la experiencia y calidad de un jugador que ha dejado una huella imborrable en el fútbol mundial.
Un legado imborrable
Durante su etapa en el Real Madrid, Modric ha disputado más de 590 partidos, logrando seis Copas de Europa, seis Mundiales de Clubes, y numerosos títulos nacionales. Su despedida, llena de emoción, fue un reflejo del cariño que ha cultivado entre los aficionados madridistas. “El mayor trofeo que he ganado es vuestro cariño”, expresó Modric en su emotivo adiós en el Santiago Bernabéu.
El dorsal número 10, que ha sido sinónimo de grandeza en el club, quedará vacante tras su marcha. El Real Madrid ya tiene en mente a su sucesor, y el nombre que suena con más fuerza es el de Kylian Mbappé, quien podría heredar el mítico número tras la salida de Modric. Este movimiento no solo simboliza un cambio generacional, sino que también busca potenciar la venta de camisetas y mantener viva la historia del club.
En este contexto, el Real Madrid se prepara para afrontar una nueva etapa sin la presencia del croata, pero con la esperanza de que su legado perdure en el tiempo. La afición madridista siempre recordará a Luka Modric como un verdadero ícono, un jugador que ha sabido ganarse el corazón de todos con su talento y humildad.
“No llores por mí porque terminó, sonríe porque sucedió”, fueron sus palabras finales, un mensaje que resonará en la memoria de todos los que han tenido el privilegio de verlo jugar. Hala Madrid y nada más.