El Real Madrid se encuentra nuevamente en el centro de la polémica tras la elección de Francisco Soto como nuevo presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA). La afición madridista, que ya mostró su descontento por decisiones arbitrales en la segunda mitad de la pasada temporada, teme que la situación no mejore con esta renovación.
Durante la presentación de Soto, el nuevo presidente evitó abordar el Caso Negreira y se limitó a afirmar que el arbitraje español es el mejor del mundo, a pesar de que ningún árbitro nacional ha sido considerado por la UEFA o la FIFA para sus competiciones. Sin embargo, lo que más ha llamado la atención son los rumores que apuntan a que Soto podría ser aficionado del FC Barcelona. En un comentario que ha generado revuelo en las redes sociales, Soto afirmó: "Me cuentan que es culé, pero eso me da igual. Lo importante es que sea honesto y dé transparencia al CTA".
Este tipo de declaraciones han reavivado las preocupaciones en el Bernabéu, donde los aficionados se preguntan si la situación arbitral cambiará realmente o si todo seguirá igual, favoreciendo al mismo equipo de siempre. El Real Madrid ha sido el único club en España que ha alzado la voz contra el colectivo arbitral, y con razón, dado el historial de decisiones controvertidas que han afectado sus partidos.
La nueva etapa del fútbol español, marcada por la presentación de Soto, se ha visto empañada por la reacción de la Asociación de Árbitros, que ha decidido atacar al Real Madrid mientras se muestra indulgente con el Barcelona. En un comunicado, los árbitros expresaron que "el fondo del asunto pone en cuestión el honor del colectivo y ataca la independencia de la labor de los jueces deportivos, lo cual no podemos ni debemos permitir desde el mundo del fútbol".
Esta firmeza contrasta con la falta de acción en el caso Negreira, donde los árbitros han querido dejar claro que nadie ha actuado bajo la influencia del exvicepresidente del CTA. Sin embargo, en el caso del club blanco, la Asociación parece decidida a defender su honor a toda costa.
La situación actual deja a los aficionados del Real Madrid con un sabor agridulce, ya que esperaban un cambio real en la gestión arbitral. La designación de Soto ha generado escepticismo, especialmente tras los incidentes previos a la final de la Copa del Rey, donde el club ya fue amenazado por un árbitro en rueda de prensa.
Con la nueva dirección del CTA, el futuro del arbitraje en España se presenta incierto, y los madridistas esperan que esta vez se haga justicia en el terreno de juego.